Verbo no Sustantivo

Este cuento lo escribí para un trabajo acá en la EICTV, viene recién salido del horno, y esta es la entrada nro 100 de este blog bajo perfil. Saludos amigos.

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Verbo, no Sustantivo.
Por Felipe Rodríguez Martínez.


Los dinosaurios eran demasiado grandes, se les acababa la comida muy rápido, se habían vuelto caníbales, horadaban el suelo en busca de comida, se extinguían lentamente.

Verbo y Predicado observaban la pantalla. Verbo se rascaba la cara mientras que Predicado comía rositas de maíz y exclamaba:

-¡Ay Verbo, así no se puede! Esas lagartijas tuyas eran muy grandes y el cerebro lo tenían muy pequeño… era natural que pasara esto, no te aflijas.
-Predicado, predicado, ya sabes tu que al principio solo era el verbo (es decir yo) y desde la soledad del sofá se me ocurrió que era mejor si tenían poco seso y harto cuerpo, ¡que iba a saber yo que no sabrían racionar la comida durante el invierno nuclear!
-Lo sé Verbo, lo sé…
-Pero mira, ahora que estás tu vamos a ver como resulta lo que he pensado.

Pasaron algunos millones de años.

Un montón de chimpancés lampiños se peleaban con huesos, construían chozas, escapaban de unos tigres colmillos de sable, en fin.

-¡Ay Verbo así no sé! No tienen la misma gracia que los estegosaurios, pero no se puede negar que la música de fondo es mas interesante, no lo se, no lo se.. ¿qué estarán dando en planeta Marte?
-No Predicado, no cambies de canal, quizás mejora. Además, no ando de ánimo para ver esos programas de materialismo dialéctico marcianista, me ponen intranquilo en mi eternidad…

Miles de años.

Una facción de chimpancés lampiños se vestían con latas, recorrían los mares encima de troncos, quemaban a otros chimpancés, acumulaban mucho oro, rezaban a un instrumento de tortura en desuso.

-¡Ay verbo, así no! Está demasiado gore, ni los tiranosaurios eran tan retorcidos… ¡haz algo!, ¡haz algo!.
-Si Predicado, espera, déjame cambiar de escolástica a cartesiano con el control remoto, eso, ahí está.
-¡Ay Verbo pero no pasa nada!
-Tranquilo, es que se demora como uno o dos siglos… Listo, ahí está, ojala mejore ahora.

Grandes ciudades, los chimpancés afeitados proclaman grandes ideas, revoluciones de emancipación, ferrocarriles a lo largo del planeta, jazz e impresionismo.

-¡Ay verbo! ¡así, así ,así!
Predicado aplaudía con sus manos adverbias y encendía ansioso un cigarro sustantivo mientras pasaban las décadas.

Un montón de plomo volando por el aire, explosiones, un par de bombas atómicas, por todo el mundo los chimpancés lampiños se tiran a matar. Como nunca, las razones les sobran.

-Ay Verbo…
-Ay Predicado…

Una cantidad indefinida de tiempo, los chimpancés eran demasiado gordos, se les acababa la comida muy rápido, se habían vuelto caníbales, horadaban el suelo en busca de combustible, se extinguían rápidamente.

-Ay…
Susurró Predicado.
-Uhm…
Masculló Verbo.
-En algunas cosas, eran mas entrañables que los dinosaurios.
-Si, mas creo que para la próxima hay que leer el manual antes de conectarlo a la televisión.
-Qué hacemos ahora Verbo?
-Voy a la esquina a comprar unas cervezas, mientras tanto anda a la cocina y prepara algunos bocaditos. Vamos con otra mas tarde, quizás con insectos… hay que llamar a Adjetivo eso sí, creo que recién nos hizo falta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Me permites corregir algunas cosas?

"-¡Ay verbo, así no! Está demasiado gore, ni los tiranosaurios eran tan retorcidos… ¡hace algo!, ¡hace algo!."

En lugar del "hace", debería ser un "haz algo"

"-Que hacemos ahora Verbo?"

Y ese "que", al ser pregunta va con tilde: "¿qué hacemos ahora, Verbo?"

Me gustó, está entretenido y es un punto de vista muy interesante sobre la evolución.

Saludos,

Maca.

Ygal Figlerowicz dijo...

notable explicación de por qué no somos más que un retorcido experimento o un picante juego de video...

Corto Maltés dijo...

corregido eso de las faltas, muchas gracias makiza.

Anónimo dijo...

Me gusto mucho.