Mercedes Sosa - Cantora



Mercedes Sosa con Calle 13, la mezcla entre ritmos es exacta, la letra saca lágrimas.

Sobra decirlo, pero el ultimo disco de Mercedes Sosa (Cantora, disco doble) debe ser de lo mejor que ha salido en el ultimo tiempo, una de esas obras a las que entras y que cuando sales lo haces cambiado para siempre.

Chandelle y las Ménades.

Once de la noche y el supermercado ya esta cerrado. Espero junto a un par de abuelos pasar mis compras por la última caja abierta mientras las luces de los pasillos se apagan una a una dejando en un silencio de mausoleo a las heladeras y pirámides de tarros conserveros.

Camino hacia la salida del almacén muerto solo escuchando el eco del crujir de las bolsas rozando rítmicamente contra mis piernas. Echo una última mirada en dirección a las congeladoras de carne, de pronto se aloja en mi cabeza la intranquilizadora idea de la semejanza nocturna entre un supermercado y un cementerio.

Sigo caminando hacia la puerta de salida, ya puedo ver el amarillento color de los focos de la calle cuando me acuerdo que tengo que comprar cigarrillos. Me devuelvo a paso largo hacia el servicio al cliente para ver si me pueden vender una cajetilla.

-Disculpe, quiero una caja de Lucky Strike... Si light.

En el mesón puedo ver a un joven guardia que está rodeado de cajeras y se come un Chandelle de Lúcuma con la expresión de satisfacción de quien está terminando el día. Es alto, delgado, con corte de peluquería y cierta finura en sus gestos. Me da la sensación que vuelve locas a las empleadas del supermercado, que lo observan formando un semicírculo, sonriéndose entre ellas.

Una de ellas es la primera en preguntarle:.
"¿que estás comiendo?"

El guardia, con un hilo de voz, le contesta en perfecto francés.

"Chandelle."

Las cajeras gritan de locura al escucharlo, el guardia sonríe y sigue comiendo su postre mientras ellas se miran y comentan acerca de la forma en que lo había dicho. El supermercado ya está prácticamente en penumbras.

-Ok, acá está, le pago con dos mil.

Guardo el vuelto y comienzo a caminar hacia la puerta, echo una última mirada hacia atrás, intrigado por lo que está pasando en ese rincón del supermercado apagado.

"Dilo de nuevo, dilo de nuevo" Le dicen las cajeras, emocionadas

El guardia se ríe y deja el postre al lado, hace una pausa para tomar aire y repite

"Chandelle"

Las cajeras chillan saltan y aplauden llenando de un eco agudo el supermercado, extasiadas ante el francés profundo del guardia.

Mientras salgo a la vereda lo ultimo que alcanzo a escuchar antes de que la puerta de metal se cierre a mis espaldas es a las cajeras gritando una y otra vez, cada vez mas fuerte, rodeando al guardia que al fin se sorprende, demasiado tarde como para alcanzar a entenderlo, demasiado adentro del supermercado como para alcanzar a escapar.

Quetzacoatl y el Santiago Downtown.

Ya es ocho de Junio y hace un año también hacia frío. En la ancestral cosmovisión precolombina el paso de las estaciones es el resultado de la batalla constante entre los demonios de la oscuridad que intentan engullir en su interior al Sol, representado como una serpiente emplumada que todas las madrugadas se alza triunfante sobre los oscuros y por la noche es amamantado por su madre la tierra mientras su hermana la Luna riega de fecundidad la madrugada.

Hace un año empezaron a construir un edificio a media cuadra y creo que fue por estas mismas fechas que me senté en la vereda para mirar como una maquina demolía una casa que debía tener al menos cien años. Los muros de adobe se derrumbaban bajo el golpe de las maquínas sin dejar a la luz ningún esqueleto emparedado de los años veinte, asi hasta que eventualmente la nube de polvo era tan gruesa que todos los curiosos escapamos del lugar tapandonos la cara con actitud de World Trade Center.

Unas semanas mas tarde todo el sitio que ocupaba la casa fue rodeado por un colorido afiche metálico gigante del nuevo edificio "Santiago Downtown" donde aparecía una familia Aria siendo feliz mientras un niño igual a Sebastián Piñera jugaba Playstation. Desde entonces cada vez que camino hacia la Alameda tengo que ver a un pequeño Tatán.

Fue varios meses después, cuando el otoño recien empezaba, que una noche salí con un cigarrillo encendido a mirar las luces de la ciudad y me encontré que un bulto negro y enorme iba reptando desde abajo de la torre Entel, cada día devorándola un poco más.

Dos semanas mas tarde la luz que la Torre Entel proyectaba sobre Santiago no existía mas en San Martín. La rapidez con que el bulto negro la había engullido primero que todo fue casi tan sorprendente como el hecho de que casi nadie se diera cuenta de ello mientras ocurría.

En invierno las tardes dejan ver una luna enorme y solo interrumpida brevemente por las delgadas nubes que la degradan fugazmente como si fuera de pastel. Esa debe ser una de las mejores cosas del invierno Santiaguino, aparte de sus calles heladas y vacías a las siete de la tarde.

La Luna describe una figura en diagonal desde que se asoma por las montañas y pasa por sobre mi cabeza a eso de las dos de la mañana. Esta tarde comprobé que tengo una hora y media menos de Luna gracias a ese bulto negro que se construye veloz y discreto a media cuadra. Cuando minutos mas tarde bajé a buscar algo para la cena miré el cielo y me di cuenta que a todo este costado de Santiago le pasa lo mismo con la Luna.

El edificio no termina aun de construirse, pero ya lo entiendo.

Que nada ha cambiado, que los creadores de esta bestia negra no se detendrán, que llegará un día en que finalmente van a construir un titán mucho mas grande, oscuro y veloz para así poder, al igual que lo han hecho siempre, intentar devorar a la Serpiente Emplumada del Sol.

Gato Barbieri, The South American Jazz Punch



Esto es del disco "El Gato", de Gato Barbieri en el 75, es muy grueso.

El tema original Merceditas (para el que no sabe) es una tonada tradicional de la pampa argentina.

Gato Barbieri es uno de esos raros casos de sinceridad artistica y una circunstancia torcida... Estuvo metido de compositor en toda la onda del cine neorealista en Italia (su trabajo mas famoso fue con bertolucci, para el ultimo tango en paris) lo que dotò su musica de un ritmo incidental único... Escuchar a Barbieri es ver pasar mùsica y escenas al mismo tiempo, es su sello personal, marcado de sudamerica con sus dias nublados y su ritmo acampado.

Los discos son fàciles de conseguir si se busca bien, vale la pena darle el tiempo.

Este es del "Fenix", y se llama El Arriero, original de Atahualpa Yupanqui, versiòn jazz... Muy suyo, muy de todos.