Cosas de bar

Caminando hacia la barra a pedir otro litro de cerveza, el chino lo observa y le dice:

-Otra?
-Si, negra por favor.
El chino asiente educadamente con la cabeza y camina hacia el cooler.
-Ya.

Rivera se apoya en la barra y siente el aire saturado de olor a humo y fritura de wan-tan, mientras en la pantalla de plasma pasa un video añejo de Cindy Lauper que ya termina, dejando escuchar de nuevo el sonido de los brindis y risas en las mesas donde varios grupos de oficinistas toman cerveza.

-No queda negra.
Le dice el chino a sus espaldas, sacando de su meditación a Rivera.
-Que sea Heineken entonces.

El chino se aleja mientras el video de Cindy Lauper da paso a una pantalla negra y silenciosa hasta que alguien mas ponga una moneda. Aún apoyado en la barra Rivera se pone a escuchar entre el ruido a una aparente pareja conversando en una de las mesas cercanas a la barra que con sus kanjis de neón hecha luz verdosa sobre las mesas.

-Creo que lo estoy logrando... Y más rápido de lo que pensaba.

-Ten cuidado, hay portales.

-Lo sé.

-Aun asi, ten todo a mano, solo por si acaso...

-No seas cuervo.

El chino se acerca con la botella.

-Mil quinientos.

Rivera abre su billetera y le paga al chino mientras trata de seguir escuchando a la pareja. Los Jaivas empiezan a sonar en la pantalla de plasma llenando el bar con el sonido de pianos, guitarras y algunos gritos de jolgorio en algunas de las mesas de los oficinistas.
Rivera cruza el bar de vuelta a la mesa con la botella en la mano y antes de llegar se da vueltas y trata de mirar a la pareja que conversa. Los ve a lo lejos mientras Alberto y Miguel le quitan la cerveza de la mano y sirven los vasos... ella es joven, rubia y lleva un vestido blanco, el otro es moreno y va rapado al cero, vestido con un Pulóver azul que le tapa hasta el cuello.

Se los queda observando unos instantes hasta que de pronto ella da vuelta la cabeza y cruza miradas por un instante con Rivera.

La mujer mueve los labios debilmente a lo que el Calvo rapidamente deja sobre la mesa unos billetes azules que parecen euros y ambos salen del bar a paso largo.

Rivera piensa en levantarse a preguntarles de que es lo que conversaban. Rivera piensa que la rubia se parece a una novia que tuvo a los quince años, Rivera no se pára y piensa en si algun dia los verá de nuevo en el bar. Rivera los ve alejarse por la ventana del bar y doblar por Agustinas en dirección a la plaza de la constitución.
Rivera busca un cigarrillo en su chaqueta y apura su cerveza mientras Miguel y Alberto hablan del partido del domingo.
Rivera se queda pensando en la pareja, intranquilo ante ese sentimiento que no abandona su pecho, el mismo que no sentia desde niño, cuando se iba a poner bajo las lineas del tren y toneladas de hierro pasaban centelleantes y ruidosas a solo un par de centimetros de su cabeza.

4 comentarios:

Jon Nieve dijo...

oh
esto esta exquisito.
es muy real, muy real

Camila dijo...

escribí una wea triste porque puta, porque ando triste po.

(la pre-justificacion)

y sí, es extraño, pero pa la gente resulta importante cuando juega ''nuestra seleccion''. por mi, que ojala perdieran todos los partidos y asi nos ahorramos los despachos de solabarrieta para el mundial.
pero la gente es estúpida, es triste y lamentable, pero la gente es muy idiota. le dicen ''apoyen a la seleccion'', y apoya a la seleccion. y ya, me callo, que estoy casi citando a guy de maupassant, si es que se escribe así el apellido del francesito.

en todo caso, uno al final igual quiere ''su pisco sour, su autito'',


O NO????????????????????

Camila dijo...

faltan cuarenta minutos para entrar a clases. voy A por una bebida.

RISITA ESTUPIDA.


ayayayyy felipe, que vamos hacer?

hay que joderse

Unknown dijo...

encontre a radamir
encontre