Los trenes nunca cierran sus puertas.
Corren largos y bulliciosos
brillantes y fugaces, relámpagos.
Debe ser porque los trenes no existen
Porque
como los rayos
los trenes son un mito.
Los trenes no son supersticiones.
Los trenes existen,
simplemente,
mas allá
de lo circunstancial
de la existencia
de la historia
y de todo eso.
Los trenes son
Grandes,
Vitales,
Metálicos,
Con zapatos de madera antigua
con rieles de hierros eternos.
Los trenes son metáforas
forjadas, vaporosas
necesarias
inherentes
Corriendo mas alla del dia,
de sus circunstancias
Los trenes, siempre hay trenes
En las ciudades, en los edificios,
en las cocinerias y las azoteas
en las infancias,
en los ocasos...
y en las playas, en las playas
siempre hay un trozo de madera
siempre hay una locomotora
de hierro, de carne o de paisaje
echando humo
moviendose
desapareciendo
Los trenes van siempre con sus puertas abiertas,
viajando por los rieles eternos
evanescentes
hacia alguna parte
Los trenes van siempre con las puertas abiertas
de par en par
porque siempre hay estaciones
porque los rieles no se acaban nunca
porque quizas las locomotoras se paran
pero los trenes no se acaban nunca
porque las lineas son largas
y los trenes son un mito
Los trenes son millones
con sus porticos que no cierran
con sus estaciones que son todas decisivas
Los trenes son de mito
son troncales de algo,
instantes.
El Horizonte es un mito
Y los trenes van siempre, con sus puertas abiertas
perdiendose en el horizonte
nunca tocan el sol.
NOTICIERO DE JAZZ: OCTUBRE 2023 (I)
Hace 1 año
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